6 de junio de 2010

RECUERDOS



Aun recuerdo
su cariño
Aun recuerdo sus ganas de luchar
aun recuerdo sus sonrisas dulces, limpias
de las que notas sinceridad y amor

Aun recuerdo
sus ganas de vivir, la valentia por sacar adelante a sus hijos
con toda su ternura.

Aun recuerdo su sabiduria
la cual nunca me cansaba de escuchar
Aun recuerdo
siendo niña lo que gustaba ver a la señora Angeles por la ventana
dandome su mejor bondad y haciendome felíz

Al señor Pedro, serío y respetuoso
pero su imagen sincera apagaba la seriedad.
Aun recuerdo el sonido de la risa de la señora Angeles
cuando veia a mis hijas que la hacian feliz.

Aun recuerdo sus caras llenas de vida
caras que demuestran que han sido luchadores
que han dado lo mejor de su vida
por lo que mas quieren...sus hijos.

Aun recuerdo señor Pedro
el dia que te fuiste
el dia que el silencio, apagaba una parte de tu casa
y de muchos corazones.

Aun recuerdo el dia que la señora Angeles
nos dijo adiós
y lo mucho de menos
que echo su cariño.

Tu sonrisa, me hacia ver color en dia gris
tu compañia, era muy agrable para mi vida.
aun recuerdo y no olvido tu AMOR

Que habeis sido
una parte de mi vida
que nunca olvidaré

Que allí donde esteis
os deseo toda la paz
y el afecto del mundo

Porque vuestro páso por esta vida
va a ser inolvidable para siempre

Que allí donde esteis juntos eternamente
nunca os olvidaré
daría un trocito de mi vida
por volveros a ver con vida.

¡ Os quiero !



P.D. He querido poner hoy en mi blog este poema que mi amiga Verónica, ha compuesto en memoria de mis padres.
Verónica, fué desde la infancia muy amiga de mi madre. De ella recibió un cariño sincero y maternal que ella refleja en su poema.

Me lo envio el otro dia recordando esta bonita amistad. Quizá su corazón dolorido necesitaba comunicarse con ella y que mejor manera que hacerlo con las sencillas palabras de este poema.

Mi emoción fue grande cuando lo recibí, describe con una ternura inmensa, lo que sus ojos de niña, veia en la vida de ellos. Las personas dejamos una huella en la vida de los demás, es un honor para mi haber tenido unos padres así.

Viene a mi memoria, cuando Verónica traia a casa sus preciosa niñitas...se las poniamos en sus brazos y les acariciaba y les besaba con verdadera emoción. Estaba ya en silla de ruedas, no podia mover sus piernas, pero si su corazón.

Gracias Verónica por este poema que guardaré como un tesoro
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