23 de enero de 2013

¡CUMPLEAÑOS FELIZ!



Hoy cumplo 65 años. Amo la vida, quiero a mi familia, tengo infinidad de amigos, conocidos, amigos especiales... tengo salud, dinero, lo justo, amor a raudales...¿que más puedo pedir?
No me puedo quejar. Siempre me gusta rescatar de la vida lo positivo y ponerlo en primer lugar. Así las cosas que me han hecho sufrir se diluyen suavemente en el tiempo y puedo saborear el presente con plenitud.
La vida es ese tiempo que a cada uno le es dado. Un tesoro que nos traemos bajo el brazo al nacer, además del pan, que dice la leyenda popular.
A lo largo de ella, como un bello poema de amor, vamos construyendo nuestra propia personalidad, que será única. ¡Que grandeza pensar que cada uno es un verso especial!
Nos acompañan en el viaje, familiares, amigos, amores...y según lo que vamos sembrando eso recogeremos al atardecer.
Podemos dejar una estela de bondad, podemos sembrar nuestra parcela de egoísmo, podemos poner nuestra huella limpia al caminar o ensuciar los caminos del mundo, por algo somos libres y podemos elegir.
Eso si, la vida, nuestra vida, la tenemos que vivir cada uno de nosotros. Nadie la puede vivir por nosotros.
Muchas veces perdemos el norte y dando bandazos suspiramos por la vida de otros, quisiéramos ser el otro, tener lo que tiene el otro...
Idealizamos la vida de los demás sin valorar la que nos ha tocado vivir, que quizá no sea idílica. Pero de nada sirve la amargura. Hay que tener la valentía de afrontar los problemas de frente. Si algo no va en nuestro vida, es mejor cortar con ello que dejarnos morir por la indiferencia y el hastío tumbados en el sofá.
Lo que hace la vida apasionante, es la pasión con que se vive.
Los dias vuelan, se oye por las esquinas, mientras perezosamente nos dejamos morir.
Quiero vivir los años que me quedan con pasión. Saborear cada mañana el sol o la lluvia, la mirada de un niño, un anciano, la de otro ser humano...
Quiero acariciar un perro y a mi gata Leticia. Pisar la hierba descalza en primavera. Pasear por la orilla del rio cada atardecer escuchando los poema de amor de los chopos al pasar cerca.
Una y mil veces quiero sentir la amistad verdadera en mi camino todos los dias de la vida. Quiero devolver amor del bueno a aquellos que me aman.
Quiero que la lluvia, el sol, la nieve, acaricie mi rostro para sentirme viva.
Quiero cada noche dormir plácidamente porque me lo permite mi conciencia.
Quiero cuando venga el dolor, agarrarlo con entereza.
Muero cada dia un poco, pero cuando voy muriendo exprimiendo la belleza de los dias, que muerte más dulce!!
Nos recordaran aquellos que nos amaron para siempre. Nuestras huellas serán imborrables en el tiempo porque supimos amar y dar amor.
Uff, esto me ha quedado muy filosófico...será la edad?