18 de abril de 2010

MISTERIOS

Se oyeron gritos en la noche, pero nadie se atrevió a levantar la persiana de su dormitorio para ver que ocurria.
La oscuridad lo invadia todo. Solamente los ladridos de un perro, se atrevieron a romper el silencio sepulcral que reinaba en la calle.
Le sobresaltaron unas pisadas en el rellano de la escalera, presurosas, como anunciando una desgracia. Al instante un timbre de una puerta sonaba con una intensidad inusitada.

De nuevo un grito surcó el silencio cuando se abrió la puerta. Mas pisadas atropelladas bajando por la escalera...suspiros de gargantas doloridas, llantos nocturnos angustiados.
Se fueron abriendo balcones y ventanas, asomaban cabezas por entre los visillos, caras somnolientas miraban despavoridas al centro de la calle.
Se escuchó una sirena a lo lejos. Alguno se atrevió a bajar y preguntar que habia ocurrido.
De un portal, salió una mujer con el camisón ensangrentado, el pelo revuelto, la cara pálida...
Se incorporó para ver la hora. Era de madrugada.
 "No se puede ir uno a la cama, habiendo cenado recientemente, pensó..."
Simplemente,era una horrible pesadilla.
Bebió agua, no se oía nada fuera...¡que susto!