18 de septiembre de 2020

PERSONAS GRISES.


 


Hay personas que caminan cabizbajas, de mirada huidiza y pasos indecisos, que uno se cruza por la calle y no son capaces de mirarte de frente. 

Y no es un juicio temerario sin más. Hablo con conocimiento de causa. 

Son almas perdidas en un mundo de afectos reales, llenas de complejos, envidiosas, manipuladoras, cotillas, controladoras de vidas ajenas, que son capaces de levantar un falso testimonio de hechos veraces llenos de la bondad genuina de otros seres. 

Esas personas, sin ápice de compasión por nada ni nadie que no sean ellas mismas, deforman la verdad a su antojo y ponen toda su atención en el correveidile de acá para allá sin contrastar la verdad. 

Tienen un mundo interior pobre, muy pobre...

Y es tal su pobreza, que no tienen nada que mostrar a los demás. Por eso traen y llevan la vida de los que les rodean atreviéndose  juzgar hasta la propia conciencia de los otros sin cortarse un pelo. 

Además son malas personas y abusonas. 

Su ignorancia les hace muy vulnerables, porque en el fondo son pobres diablos enfangados en malas acciones y deseos.

Atropellan la belleza y la luz de la vida. 

Son rastreros, mentirosos compulsivos, ladrones de sueños e ilusiones. 

Tienen un alma negra y no dejan pasar la luz de la verdad. 

Pero la verdad es genuina, simple, bella...y más tarde o temprano resplandece.

A los amantes de la verdad, ante estos hechos, no les queda más aliciente que el de tener en paz la propia conciencia.

No hay nada más grande en este mundo. 

Cuando se pierde la dignidad, se ha perdido la batalla.

Todo lo demás, pasa. 

Y el paso del tiempo, que es sabio, pondrá a cada uno en su sitio.


P.D. Dedicado a los amantes de la verdad.