30 de enero de 2024

IN MEMORIAM

 


Hoy, hace quince años que nos dejaste desconsolados con tu marcha.

Tu amor incondicional por cada uno de nosotros, es el mayor legado que conservamos de tu paso por la vida.

Mujer, madre, abuela y bisabuela muy querida.

Te llevamos siempre en el corazón, donde se guardan las personas importantes.

Mi recuerdo se va a Guardo y esos paseos en tu silla de ruedas acompañada de perrita, Laika.

Todo el mundo nos conocía y nos saludaba, pues eran muchas las personas que te amaban. Solías coger entre tus manos, las suyas. Era lo más cercano que tenías e incluso las besabas.

Tu cara entonces, resplandecía, pues reflejaba la grandeza de tu alma buena.

Y recuerdo, esos cumpleaños maravillosos, donde yo te compraba flores y regalos, y tú llorabas de la emoción.

Recibías, amor, por amor. Amor puro. Del bueno...

¡Era tanto el amor que de ti habíamos recibido...!

Tu risa cantarina y llena de complicidad, tenía el encanto de las mujeres que saben vivir en libertad.

Tenías un puntito de rebeldía que se reflejó desde que eras muy joven, allá en tu Valderrueda natal.

Y te enfrentaste a tu madre, que no te dejaba poner la "permanente" ( que consistía en rizar el pelo con una técnica moderna, para mujeres "atrevidas"  por la mentalidad del momento) escapando montada en la burra, acompañada de una amiga, hasta la peluquería de Guardo, con un dinero prestado por tu hermano mayor. Al regreso, apareciste con tu pelo rizado en la "hila" ( reuniones de las gentes del lugar al amor de la lumbre) para disgusto de tu madre y el placer de mi padre, que te cortó un rizo para llevarlo en su cartera como prenda de su amor por ti.

Mujer generosa y buena, en el mejor sentido de la palabra.

Luchadora de causas justas, amante de la naturaleza, las gentes y las cosas bellas bellas y simples de la vida.

Pude amarte hasta el final con todo mi amor de hija buena, recibiendo los mejores cuidados, con la ayuda de mis hermanos y las chicas de ayuda a domicilio, a las que estaré enormemente agradecida siempre.

Y te fuiste, en paz, rodeada de amor. Ese amor que fuiste dejando en tu caminar, te fue devuelto con creces, por parte de mis hermanos y mío.

Tu recuerdo perdura en mi memoria siempre.

Y de manera particular, cuando regreso a Guardo, a la vieja casa familiar. Aún se pueden sentir las almas de papá y la tuya en cada rincón. 

Vuestro amor aletea una vez más y se hace enorme.

Incluso alguna vez he sentido la tentación de besar las paredes, como si se tratara de un templo sagrado. Porque sagrado es el amor que nos profesasteis y que se mantiene perenne en el tiempo.

Mil gracias y mil besos al cielo.

24 de enero de 2024

SABOREANDO LA VIDA


 Celebro hoy mi setenta y seis cumpleaños y quiero celebrarlo también con vosotros.

Sigo siendo esa niña de pelo ensortijado y mirada curiosa, respondona, alegre, soñadora, sensible, bohemia, con un puntito de maldad, que escondo tras una sonrisa burlona.

Amo la vida con todas mis fuerzas. 

Por mis venas corre una juventud de espíritu que nadie me puede arrebatar. 

El tiempo corre en mi contra. 

Pero yo soy dueña de esas ansías de vivir cada instante de mi vida.

Retazos de mi vida se quedaron prendidos en calles y plazas de las ciudades o pueblos en los que viví.

Personas que se cruzaron en mi camino: familiares, amigos, conocidos...son el bagaje de innumerables vivencias que llevo dentro de mi alma y el corazón.

Entre esas personas, estáis vosotros, queridos amigos blogueros que me acompañáis en mi caminar por la Red.

Gracias por vuestras muestras de afecto, por vuestras maravillosa compañía, en la distancia, aunque parezca un contrasentido.




Al final, soy como quise ser. 

Con todo lo bueno y lo malo.

¡Viva la vida!

18 de enero de 2024

NOCHES DE INSOMNIO

 


Una mañana muy temprano, me encontré conmigo misma y no me reconocí.

Quizá fuera porque me había rondado el insomnio y mis fuerzas flaqueaban para dar comienzo a vivir un nuevo día.

Pero también podía ser, porque hay días en que uno no se reconoce a si mismo por la complejidad que comporta, aún con el paso de los años.

No es fácil conocerse y aceptarse.

Tarea que conforma toda una vida.

Pero bueno, hay que simplificar.

Tampoco pretendamos sacar petróleo.

Entre el precio del aceite y el petróleo, se nos van los ahorros.

No conviene tomarse a uno demasiado en serio.

Y como la vida es breve, vivamos sin más afán que lo que cada día la vida misma nos regala.

Una amiga me preguntó hace poco si tenía miedo a la muerte.

Miedo, no...pánico...( le contesté inmediatamente)

Miedo, y pánico a dar el salto rumbo a lo desconocido.

Además, eso de marchar y no volver nunca más, con lo que yo amo la vida...

Esa frase la solía decir mi madre en los últimos años a mi lado.

Mi madre amaba la vida tanto como yo. 

Mi amiga, cuando solíamos hablar de la muerte, al comentarle yo mi miedo, solía repetir que ella carecía de él. Esperaba la muerte con una enorme tranquilidad.

Hasta que no hace mucho, una enfermedad con la que no contaba, la tuvo sumida en un estado cercano a la mismísima muerte.

Al tener que enfrentarse a ella de manera tan inesperada, con todo lo que comporta, cambió su percepción y ahora la tiene un enorme respeto.

A lo que yo tengo miedo, es al dolor, a la enfermedad que te limita hasta circunstancias desconocidas.

Al no poder valerte por si misma, al deterioro de todas mis capacidades más elementales.

Y un miedo añadido. Dada mi claustrofobia, me da pánico una agonía lenta donde no pueda respirar.

Por lo demás, tengo perfectamente asimilado, que mi vida es finita, y espero cuando me llegue la hora sobrellevarlo dignamente.

Solemos escuchar, que la muerte forma parte de la vida, pero no somos capaces de que esa idea forme parte de nuestros pensamientos de manera natural.

Es cultural. 

Desde la más tierna infancia se nos esconde la muerte de los seres queridos con mentiras piadosas que alivien una cruda realidad.

No somos dueños de nuestro destino.

Tan solo nos queda la aceptación.

Últimamente, se están marchando muchos famosos de setenta, y setenta y pico.

Hombres casi todos.

Las mujeres somos más longevas.

Espero llegar al próximo día 24, que cumplo 76...jejeje.

Una vez, le escuché a una pequeña niña preguntarle a su papá si le gustaría vivir para siempre.

Su progenitor, muy sorprendido, le contestó, qué entonces no íbamos a caber en el mundo.

Y ella, con cara pícara, le respondió, que lo estupendo sería que no naciese más gente, y que nos pudiéramos quedar  los que ya estamos viviendo para siempre.

¡Anda con la peque...!

Yo me apunto con ella...jejeje.


10 de enero de 2024

RETAZOS DE NAVIDAD

 


Después de las fiestas pasadas, regresa la calma a mis días.

Os confieso que han sido muy tranquilas. 

Y en plan muy perezoso. 

Siempre digo, qué hay que tener cuidado con dejarse llevar de esa modorra que nos mantiene inactivos, porque en poco tiempo nos dejaremos morir por dentro.


Aún así pude acudir a algún evento, como el de acudir a recibir al Olentxero. Ese mítico personaje que trae los regalos a los niños.


Es recibido con el Aurresku, una danza vasca que se baila a modo de reverencia u homenaje dándole la bienvenida.


Recorre las calles del pueblo rodeado de música y los niños con sus papás que salen a recibirle.


Cuando me acerqué a saludarle, resulta que me conocía...
Todo un honor para mi.
Y es que Zizur, es el rinconcito bello para vivir, donde me encuentro feliz rodeada de sus gentes.


También me conoce ya la chiquillería que posa para mi cuando me ve.


Y me encanta posar con los jóvenes que se encargan de seguir con la tradición de sus mayores.
Los Zampantzar al ritmo de sus cencerros bailan una danza milenaria.


Mi amigo, Erik, el primero de la izquierda, colabora en todas las actividades con enorme entusiasmo.


Desde la más tierna infancia, los peques aprenden las tradiciones.



La Cabalgata se vio empañada por la lluvia.
Pensaba yo acudir a grabar y a hacer unas bonitas fotografías, pero con la lluvia, imposible...
Eso si, nada más paró, me lancé a la calle a contar lo que mis ojos ven.
Apenas llevaba batería en el móvil, pues no contaba con salir.
Pude grabar algún vídeo, hice alguna foto, muy mala, y disfruté como los niños.


Nada más empezar a grabar, escuché mi nombre. Eran las chiquillas que ya me conocen de la fiesta del pueblo. Son encantadoras y me aportan la alegría de su juventud.
Pero al llegar la carroza del Rey Melchor, resulta que también me conocía...
Mi nombre en boca de su Majestad me emocionó mucho.


El Rey Melchor en su carroza real.


El Rey Gaspar en su carroza real.


El Rey Baltasar en su carroza real.


El rey Melchor en las calles de Zizur.


El Rey Gaspar en las calles de Zizur.


El Rey Baltasar en las calles de Zizur.


El portador de la bandera de la Banda de Música, también me dijo me conocía...


La Banda de Música siempre acompaña con la belleza de su música los eventos del pueblo.


La batucada con su ritmo no faltó a la cita.


Distintos colectivos aportaron su arte.


La magia del fuego iluminó la noche.


La Txaranga Galtazagorri siempre es fiel a la cita con los festejos. Este vídeo se lo dedico a mi amigo Patxi.




Los gaiteros siempre están presentes colaborando.


Los peques abanderados disfrutaron mucho por la avenida.
Mi pequeño homenaje a las gentes de Zizur, a la Corporación Municipal y a todos aquellos que colaboran con altruismo para que el pueblo pueda celebrar fiestas y tradiciones.