4 de mayo de 2012

LO PROHIBIDO

Hace tiempo que esconde sus ojos bajo unas enormes gafas de sol para huir de las miradas curiosas de sus vecinos. Se refugia en los pliegues de su alma para protegerse de los inquisidores de verdades conservadoras que son capaces de juzgar, sentimientos, actitudes, pensamientos...
Todos se creen con derecho a entrometerse en su vida por el hecho de pertenecer- dicen- a la comunidad, por formar parte de la vecindad, por ser uno más de ellos.
Precisamente lo que le ahoga, es ese conjunto de normas agobiantes que coartan su afán de libertad.  Y cuando se atreve a trasgredir una de ellas, el dedo acusador le persigue sin descanso.
De vez en cuando necesita perderse en sus adentros para no confundir su esencia, para rescatar su propia vida, porque la presión a la que es sometida, le hace dudar.
Su gran pecado es el amor. Atreverse a amar lo prohibido segun los demás. En su angustia vital ella se pregunta que es lo prohibido y lo correcto. El límite del bien y el mal es una linea frágil, donde uno se queda solo con su propia desnudez.
Alguna vez no puede más, y se asoma al peligroso acantilado, deseando soltar sus ataduras y volar.
No soporta tanto corazón aherrojado de miedos ancestrales, que no son capaces de liberarse de lo obsoleto y caduco. Ni las críticas llenas de maldad y envidia que sofocan la alegria de la vida.
Al no tener la posibilidad de huír, se ha construido una enorme coraza para poder subsistir.
Pisa con rabia los adoquines de las calles y plazas como pisoteando tanta miseria humana y tanta crueldad.
Suspira y grita al viento deseando alcanzar la eternidad en ese instante. Teme morir en el intento y se agarra a la esperanza cada amanecer nuevo.