Dicen que habla con las nubes. Incluso a veces con la luna y el sol.
Alguien le ha dicho que tiene unos ojos con destellos de luz que desprenden alegría capaces de abrazar el universo, y ella ha sonreído tímidamente llenándose sus mejillas de un rubor muy favorecedor.
Cada mañana atrapa trocitos de vida y los envuelve en fantasía de colores.
Recorre las calles con pasos ligeros, como si bailara al pasar.
Esconde sus penas en los bolsillos donde nadie las encuentre.
Y canta canciones de amor para alejar el mal.
Algunas veces, llora en soledad.
Y ríe a carcajadas para espantar sus miedos.
Sueña con pequeñas aventuras cotidianas que la vida le regala.
Posa su mirada en la belleza más simple, al igual que los poetas.
Le gusta acompañarse de amigos muy variados que le enriquecen el alma.
No le gustan las ataduras.
Ama su libertad por encima de todo.
Le gusta hacer el bien, aunque no siempre lo consigue.
Alguna noche, los recuerdos no le dejan dormir.
Pero cada mañana emprende el vuelo cual pajarillo libre y feliz acompañando a las nubes.