La loca Primavera sigue su curso.
Ha venido provista de muchas lluvias y ruido de tormentas en la zona donde vivo. Comenzó adelantada y después ha ido a su bola. A veces con días soleados y otros casi otoñales. Puro contraste.
Los últimos días del mes de Mayo hemos tenido 36 grados que me ha llevado a pensar estábamos ya en pleno verano.
En Pamplona han comenzado a poner el vallado de los encierros por las calles.
Ya se adivina la fiesta.
Ya hay que ir preparando el pañuelico rojo y los pantalones y camiseta blanca.
Yo, este año no voy a poder participar de las fiestas como a mi me gusta. Llevo un par de meses con una fascitis plantar que me impide caminar. Camino, si, pero con dificultad y no mucho rato seguido.
Menos mal que desde mi llegada he podido vivir a tope las fiestas de esta bonita ciudad.
Y espero acudir a mi cita con Guardo como cada verano y disfrutar de la belleza de mi río Carrión.
Se me ha pasado el invierno en un suspiro.
Parece que fue ayer cuando volvía cargada de miel, de pastas, de legumbres y demás exquisitos productos de la tierra palentina.
No quiero dejar de faltar a mi cita con Guardo y sus gentes, pero me estoy haciendo mayor y quizá en unos años no pueda disfrutar de los encantos del pueblo.
De momento, voy a hacer lo posible por no faltar.
Como también no quiero dejar de escribir en el Baúl de Laika, rinconcito de encuentro con cada uno de vosotros.
Un abrazo para cada uno.