Aprovechando que vivo muy cerca del campo, suelo darme grandes paseos saboreando la vida y disfrutando de la naturaleza.
Y lo suelo hacer cualquier día de la semana, pues dispongo de mucho tiempo libre.
Ayer, una mañana de Domingo con buena temperatura, la empleé en llegar hasta la zona del pinar y la charca. El Ayuntamiento ha realizado un proyecto integral donde se ha querido trasformar la zona en un espacio de convivencia, actividad física y respeto al medio ambiente.
Esta propuesta contempla tres componentes claves: actuaciones ambientales en la charca- parque de los sentidos- la instalación de un "pumptrack" y la implantación de un anillo para hacer ejercicio. El proyecto ha sido financiado por el Departamento de Cohesión Territorial del Gobierno de Navarra. Web del Ayuntamiento de Zizur.
No hice ninguna fotografía de la charca para que la pudierais ver. La zona estaba llena de margaritas que lo la sencillez de su belleza anunciaban la Primavera.
Es un lujo vivir en esta zona cercana a la capital teniendo el campo a la puerta y la tranquilidad de vivir en un pueblo.
Zizur Mayor está situado en la merindad de Pamplona, a cinco kilómetros del suroeste de la capital navarra y su población es de 16.124 habitantes.
Tenemos los servicios básicos: Ayuntamiento, Centro de Salud, supermercados, tiendas, polideportivo, Casa de la Cultura...
Utilizamos el transporte público para desplazarnos a Pamplona.
El municipio se constituyó el 6 de Noviembre de1992 al secesionarse el hasta entonces concejo de Cizur y está formado por tres barrios: Zizur Mayor (casco antiguo) la urbanización de Zizur y la de Ardoi.
Yo vivo en la urbanización de Zizur y cuando regreso del verano en Guardo y veo aparecer desde el coche el arco que está situado a la entrada, mi corazón se siente zizurtarra, que es el gentilicio.
Llevo viviendo aquí ya siete años. Y parece que fue ayer cuando llegué...
Las gentes de este lugar me ha acogido con enorme afecto y me siento totalmente integrada.
Desde mi llegada he ido conociendo a diversos colectivos y haciendo varios reportajes de las actividades culturales y lúdicas de la zona.
Aquí ya casi soy tan conocida como en Guardo. Y es que por mi carácter abierto y cercano he ido haciendo nuevos amigos y enriqueciéndome de la cultura en mi afán de aprender siempre.
Y suelo repetir con fercuencia, que Zizur es un rinconcito bello para vivir.
Por ello, en mis paseos suelo pararme a charlar con las personas que me voy encontrando. Ayer, las campanas de la iglesia tañían llamando a los fieles a misa. Familias enteras se dirigían al templo para cumplir el precepto cristiano.
Una mujer con porte señorial, el pelo blanco, mirada llena de ternura, me descubrió tratando de inmortalizar unos pensamientos de colores en unos macetones en su jardín con mi cámara. Al acercarme a saludarla, me contó que esa era la casa familiar, que su hermana, recientemente fallecida, cuidaba con esmero. Dentro, estaban los muebles y enseres familiares que custodiaba como verdaderos tesoros. Ella, vive en la casa de al lado.
Con su muerte, la casa se ha puesto en venta y la acaban de comprar. Van a hacer un centro, que no supo decirme para qué era.
Hablaba con pena, por el recuerdo de su hermana y que la casa familiar vaya a pasar a manos extrañas.
Me dijo, que ya no puede agacharse a quitar las malas hierbas de los macetones y allí andan entre los bellos pensamientos.
Se despidió de mi con una sonrisa, pues iba a misa y no quería llegar tarde.
Una vez en la charca me acerqué a ver los patos que descansaban al sol. A pesar de hacerlo muy despacio para no molestarles, enseguida se metieron al agua temerosos.
Pude grabarles en su baño, pero al no subir los vídeos a mi canal de YouTube, no os los puedo mostrar.
Cerca, un papá muy joven paseaba con sus dos hijas pequeñas.
Entablé una conversación con ellos, pues me había fijado en los peinados de las crías muy estilosos. Así se lo comenté a ambas, mientras les preguntaba si les había peinado mamá. Efectivamente había sido ella. Coquetas ellas, hacían ademán de posar para mi. Como premio a sus desvelos, le llevaban margaritas de colores recogidas del prado en un cuenco.
Su padre les miraba enternecido.
Al comentarle que eran preciosas y que era una suerte tenerlas, sonrió complacido, pero me dejó claro que la paternidad no era nada fácil.
Me despedí de los tres camino a las instalaciones deportivas, donde había varios partidos de chavales muy jóvenes que acompañados por sus padres les animaban en el arte de competir y ganar desde el respeto al contrario.
Zizur tiene un Polideportivo magnífico de cercana construcción. Un recinto provisto de los medios necesarios para el aprendizaje, la práctica y la competición de varios deportes.
Uno puede practicar el deporte a través de los diferentes clubs: Atletismo, Balonmano, Baloncesto, Natación, Gimnasia,Taekwondo, Fútbol, Montaña, Pelota, Judo, Kung fu.
En mi regreso a casa pude ver a un pequeño niño llorar con enorme desconsuelo en la parada del autobús. Su pena, según me dijo su madre, era porque no le había dejado llevar su moto.
Por más que le trataba de explicar su mamá que en la "Villavesa" (así llamamos aquí el autobús) no dejaban llevarlo, él lloraba y lloraba...
Como pude, traté de llamar su atención y su llanto cesó por unos instantes ante mi requerimiento.
Su hermana, unos años mayor, me miraba con complicidad.
Tienes unos niños preciosos ( le comenté a su madre)
Son preciosos, si, pero a veces... haciendo un gesto de agotamiento.
Y recordé al papá de la charca y sus niñas.
No es nada fácil ser padre o madre.