13 de diciembre de 2024

LOS AÑOS

 


Pasan los años y uno mira hacía atrás pensando en como le ha ido la vida.

El simple hecho de vivir ya me parece un regalo inmenso.

Amo la vida, me dejo acariciar por ella.

Agradezco me haya regalado: unos padres maravillosos, una salud estupenda, un buen humor y una alegría natural a flor de piel.

La vida te va llevando por caminos inesperados. El azar, el destino, las circunstancias, llámalo como quieras...

Uno se ve inmerso en la vorágine de los acontecimientos y va aprendiendo a sortearlos como buenamente puede.

Así se van sucediendo los días y vamos escribiendo nuestra propia historia.

Pasos en falso, decepciones, momentos felices, traiciones, penas y alegrías forman un almagama que conforma nuestro pasado.

De lo que si me arrepiento, es de haber dejado los estudios muy pronto. Así, tengo en mi haber muchas lagunas intelectuales que procuro con mi curiosidad innata zafarme al atardecer de mi vida.

O más bien al anochecer...jejeje.

Una está entrando en una edad...

Me arrepiento, porque además fue por cabezonería y falta de experiencia en mi adolescencia. 

¡Me hubiera gustado tanto ser escritora!

¡Y periodista!

¡Ah, pero he jugado a serlo!

En fin...la vida me llevó por otros caminos.

No reniego de mi pasado. Lo que viví intensamente para bien, ya nadie me lo podrá arrebatar. Lo que viví para mal, ya lo he olvidado. No quiero ser prisionera de llevar una enorme mochila a mis espaldas que me impida volar libre.

La vida es hermosa y en ella me cobijo.

Por lo demás, estoy en paz conmigo misma y con aquellos que amo.

Tan solo me queda vivir con plenitud este último tramo.

Las musas andan perezosas últimamente. Tan solo en la madrugada acuden a mi almohada, dado que padezco insomnio y no sé como pasar esos largos ratos en vela.

Soy noctámbula.

La noche y su silencio me atrapa.

Solos, ella y yo.

No hay pisadas, ni gritos, ni voces...

Ahora, las gotas de lluvia, golpean en mi ventana con un tintineo misterioso, cantarín, atrevido...

Ellas y yo.

Solas en la noche.

Mientras, vosotros dormís,  y mañana podréis leer la parrafada que yo escribí al amor de la oscuridad, pero con el corazón lleno de luz.

La luz de la vida que palpita en mi alma.

Dormir tranquilos, que yo os velo...jejeje.


3 comentarios:

Sara O. Durán dijo...

Con razón dormí tan a gusto, tú cuidabas :) Gracias.
Has sido afortunada y me alegro muchísimo, has tenido una vida muy bella, con mucho amor y cariño de ida y vuelta. Además, eres esa periodista que deseabas ser, ya quisieran muchos con título, lograr tus fotos y las entrevistas, reportajes, artículos. Lo haces muy bien.
Te deseo unos días de finales de año, sensacionales, con muy buenas sensaciones en cada momento. Gózalos mucho y siempre mantente tan sana, plena y feliz, como eres. Que nunca te falten bendiciones.
Recibe un abrazo inmenso, con todo cariño.

Macondo dijo...

Yo sí que hice una carrera universitaria, pero no creas que por eso no tengo inmensas lagunas culturales.
Como ves, yo también soy noctámbulo.
Un abrazo.

Ernesto. dijo...

Pues muchas gracias por la "guardia" nocturna.
Yo no es que no duerma, qué sí, es que me quedo dormido en el sofá... Claro que hay que tener un sofá tan tan como éste... :)))))))
Por lo demás, amiga, la vida es! Y continúa. Reconozco que no echo la vista atrás. El presente absorbe todo mi tiempo... ¡Ocupado estoy! Y años tampoco cuento! ¡Ni me preocupan!
Abrazos Maripaz.