4 de mayo de 2012

LO PROHIBIDO

Hace tiempo que esconde sus ojos bajo unas enormes gafas de sol para huir de las miradas curiosas de sus vecinos. Se refugia en los pliegues de su alma para protegerse de los inquisidores de verdades conservadoras que son capaces de juzgar, sentimientos, actitudes, pensamientos...
Todos se creen con derecho a entrometerse en su vida por el hecho de pertenecer- dicen- a la comunidad, por formar parte de la vecindad, por ser uno más de ellos.
Precisamente lo que le ahoga, es ese conjunto de normas agobiantes que coartan su afán de libertad.  Y cuando se atreve a trasgredir una de ellas, el dedo acusador le persigue sin descanso.
De vez en cuando necesita perderse en sus adentros para no confundir su esencia, para rescatar su propia vida, porque la presión a la que es sometida, le hace dudar.
Su gran pecado es el amor. Atreverse a amar lo prohibido segun los demás. En su angustia vital ella se pregunta que es lo prohibido y lo correcto. El límite del bien y el mal es una linea frágil, donde uno se queda solo con su propia desnudez.
Alguna vez no puede más, y se asoma al peligroso acantilado, deseando soltar sus ataduras y volar.
No soporta tanto corazón aherrojado de miedos ancestrales, que no son capaces de liberarse de lo obsoleto y caduco. Ni las críticas llenas de maldad y envidia que sofocan la alegria de la vida.
Al no tener la posibilidad de huír, se ha construido una enorme coraza para poder subsistir.
Pisa con rabia los adoquines de las calles y plazas como pisoteando tanta miseria humana y tanta crueldad.
Suspira y grita al viento deseando alcanzar la eternidad en ese instante. Teme morir en el intento y se agarra a la esperanza cada amanecer nuevo.

17 comentarios:

Antonio dijo...

¿Quien define lo prohibido? El prohibidor. ¿Y quien es el prohibidor, el reprimido que reprime?
Un abrazo sin importar si es prohibido, jejeje...

Darío dijo...

Cuánta gente irá por el mundo cargando el peso de esta cruz de la culpa impuesta? Y la mano que tira la piedra, siempre dispuesta.
Un abrazo.

matrioska_verde dijo...

si se atrevió a dar rienda suelta a su corazón y amar lo prohibido, saldrá adelante.

biquiños,

mariajesusparadela dijo...

La primera premisa para ser libre es que no importe lo que piensen otros.

Elena dijo...

Ser coherente con uno mismo, fiel y leal a tus propios sentimientos es la única forma de ser feliz.

Precioso texto Maripaz.
Besos.

Eastriver dijo...

Parece la letra de una canción... Yo ya he imaginado, al hilo de tu poema en prosa, su videoclip perfecto. Me ha gustado, Maripaz.

Eastriver dijo...

Ah, y por supuesto, lo prohibido es un concepto humano. Y yo, de entre todos los conceptos humanos, me quedo sólo con el de libertad individual y con el de respeto. El resto, sometidos a estos dos, no me parecen en absoluto digno de ser tenidos en cuenta.

Abuela Ciber dijo...

FELIZ DIA DE LAS MAMIS!!!!!!!!

Cariños

lurdes dijo...

Si vivimos pensando en lo prohibido no seremos felices.Viva la libertad y que cada cual haga su voluntad,sin hacer daño a los demás.Un abrazo

Alfonso Saborido dijo...

Digo lo mismo ¿y quién prohibe? ¿quién dicta las normas?
Que le den sopa a todos. Viva la libertad.

José Vte. dijo...

Hay que hacerse una coraza y vivir según las propias ideas e inquietudes, por más que a veces la sociedad nos indique el camino. Muchas veces es doloroso ser diferente.

Un abrazo

MAMÉ VALDÉS dijo...

¿Cuantas vidas perdidas por culpa de lo prohibido? Las corazas muchas veces pesan demasiado, un saludo.

Marga dijo...

Muchas veces las peores prohibiciones son las autoimpuestas. ¿Acaso no prefieres contenerte que amar a quien te no va a amar porque no puede o porque no debe? Y en ese caso... ¿cómo haríamos?
Hermoso texto. Me vienen a la mente los versos de Julia Fuertes: "¡Qué suerte si esto que siento fuera sed/y se me quitara bebiendo un vaso de agua!/Es entonces cuando llueve tristeza/para ahogar en mi boca/la palabra imposible./Intento gritar,/
y sólo consigo un cobarde silencio"...
Maripaz, hoy te has lucido totalmente. Besotes...

Isabel Martínez Barquero dijo...

Mira que son fastidiosos los predicantes del hipotético bien. Les temo más que a la peste, pues no conocen la solidaridad con el prójimo y carecen totalmente de empatía.
Me encantó tu escrito. Bravo por ti, Maripaz, que eres sensible y tolerante.
Y a los santones que les den sopas con honda.
Un abrazo bien grandote.

mercedespinhttp://mercedespinto.wordpress.com/to dijo...

Un canto a la libertad, que no muera nunca en el espíritu del hombre.
Un texto muy hermoso y sentido, me ha encantado tu maera de entender al otro.
Un abrazo.

Panchu dijo...

Cuanto daño puede hacer lo prohibido si no se deja atrás las vecindades pero ¿quien puede prohibir el amor?

Ximo Segarra "ACAPU" dijo...

Es verdad que a veces se hace casi imposible subsistir en un mundo así, y que la atracción por el vacío puede llegar a verse como la única salida. Pero es posible. Lo es.

Hay que seguir creyendo que es posible, para más pronto o más tarde poder vivir libre sin tener que pedir perdòn por (querer) serlo.

Gracias por este relato. Por lo que dices en él y por cómo lo dices.

Vengo del "Cobijo..." de Isabel. Un abrazo.