
Una tarde, mientras se ocultaba el sol, ella me contó que él había sido muy bueno.
Y lentamente me fue desgranando los atributos que le hacían digno de tal elogio.
Sus ojos se llenaron de lágrimas al recordarle.
Se notaba una emoción apenas contenida al hablar de él.
Porque los hombres buenos existen.
Son reales, y viven con una enorme naturalidad al lado de las mujeres que aman ( me decía muy bajito, casi al oído, como si quisiera mostrarme para mi sola su secreto.
Sus ojos iban adquiriendo un brillo casi sobrenatural y la belleza de la tarde acentuaba más si cabe la magia de la confidencia que depositaba en mi corazón.
Caminamos largo rato por la playa.
Un perro se acercó a nosotras buscando una caricia. Iba acompañado de un hombre.
-¿Será este también un hombre bueno? (le comenté)
- No lo dudes ( me dijo)
-El mundo está lleno de ellos. Solo que pasan desapercibidos.
Comenzamos a cantar una canción que hablaba de amores.
De amores de hombres buenos.
Parecía que que todos los hombres buenos del mundo se habían unido a nosotras en nuestro paseo.
Ella iba feliz.
Llevaba dentro de su ser al hombre bueno que la había amado hasta el final y nadie podría borrarlo de su corazón.
13 comentarios:
Cuando has sido feliz con una persona creo que nunca la olvidaras.
Saludos.
Tanto en hombres como en mujeres, hay de todo; buenos y malos. Y si encuentras un buen compañero o compañera, la vida es más llevadera. Besos
Qué linda experiencia.
Claro que los hombres buenos existen.
Besos de anís.
Sencilla y preciosa historia.
Tener la suerte de conocer a una compañía buena: mujer /hombre es lo mejor que nos puede deparar la vida.
Una preciosa historia que me ha gustado leer, la he disfrutado. Son las personas que no se olvidan.
Un abrazo.
Que lindura, esos amores siempre
serán inolvidables, y siempre,
te protegerán.
Besitos dulces
Siby
Qué bonito.
Siempre vivirá en su corazón.
Besos.
Gracias, Maripaz, por tan linda historia; y haberlos haylos tanto en mujeres como en hombres, aunque la cuestión está a la hora de elegir pareja, porque por desgracia todavía andan sueltos por todos lados, muchos lobos con piel de corderos, que te pueden amargar la existencia.
Me ha encantado muy especialmente ese momento que habéis vivido las dos, rodeadas de hombres buenos.
Un fuerte abrazo, amiga.
Yo también deseo ser ese hombre bueno, Maripaz.
Sí, sí que existen pese a los malos, a los asesinos, a los que desprecian los valores fundamentales y destruyen haciendas y vidas.
Qué hermoso tu relato, palentina amiga, y qué necesario sentir esta bocanada de belleza literaria. Muchísimas gracias y buen martes, con abrazo de luz mediterránea.
Ya lo creo que hay hombres muy buenos, yo lamentablemente lo perdí y me dejó un gran vacío muy difícil de superar pero ahí estoy intentándolo. Me encantó el relato.Besicos
Hay muchísimos más hombres buenos (y mujeres) que malos. Pero los malos hacen mucho más ruido.
Un abrazo, Maripaz.
Qué hermoso pasar por aquí y encontrarme con este encanto de texto. Si Maripaz brindo por los hombres buenos. Te dejo un abrazo grande
Pat de Argentina
En la actualidad no es fácil leer que ha habido y hay hombres buenos.
Un abrazo.
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