Se han llenado de sombras sus recuerdos
la mirada perdida les delata
se han cerrado sus ojos a los sueños
navegando en soledad a la deriva
Sus manos te piden protección
se agarran a la tuya fuertemente
son niños temerosos y asustados
que se esconden presurosos, al calor de tu regazo
Pero aun pueden escuchar el palpitar
del corazón amado
sentir las caricias y los besos
se acurrucan al amor en cada tarde
Amor, por amor
desinteresado y bello
hasta el final
hasta el último aliento
9 comentarios:
Precioso Maripaz. Los sentimientos son puros cuando escribes. Es una enfermedad muy dura, duele ver a un ser querido en esas circunstancias. Mi abuelo lo padeció y con él, toda la familia.
Me duele mucho, mucho. Gracias por tu homenaje sentido y valioso.
Muchos besos, cuídate.
Gracias Arantza, muy valioso tu comentario viniendo de una maravillosa poeta como tu.
Es una enfermedad dura, y muchas veces nos cuesta apoyar a los que la padecen, a sus familires, porque huimos del dolor.
Me gusta cuando les encuentro por la calle, abrazarles, cogerles las manos, hablar un rato con los familiares...no nos puede ser indiferente el dolor ajeno.
Hoy puede ser el de los demás, mañana puede ser el nuestro...
precioso, yo quiero encender una vela por todas esas personas que la padecen, por sus familiares, y sobre todo por mi madre, que lleva dos años con demencia senil y es como una niña pequeña, a quien hay que cuidar y darle todo el cariño. Un beso
No se cura, pero el amor hace milagros.
MALDITA ENFERMEDAD, un saludo,
Solo queda el amor y el cariño.
Muy bello este poema dedicado a esos mayores que vuelven a ser niños. Así hemos de verlos, con la misma ternura.
Un abrazo.
Precioso, Maripaz.
Te ha quedado precioso, un poético y enternecedor homenaje.
Ellos van olvidando, nosotros debemos recordarlos.
Un abrazo
¡tremenda enfermedad! me da pánico.
así que todo el apoyo institucional o de organizaciones no gubernamentales, que se les pueda prestar a estos enfermos y a sus familiares me parece poco.
biquiños,
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