se abrieron los postigos de mi alma
quedaron desnudos mis deseos
se estremecen mis anhelos
me queman las entrañas.
Llega la noche oscura
se desperezan los sueños en mi almohada
se vislumbra una vigilia eterna
esperando amanecer
al alba.
Se desatan mis miedos
que siempre me acompañan
oteando el horizonte
me quedo sin palabras.
M.Paz.
14 comentarios:
Eres una consumada poeta, cada poema que publicas va creciendo en calidad literaria. Este es muy bueno.
El ocaso es el anuncio de que pronto entraremos en el otro mundo, el de la noche. Para unos es el descanso y para otros el despertar de los fantasmas. Sea como fuere, es tan bello como tus versos, tal vez por los misterios que encierra.
Un abrazo y hasta pronto.
Es inevitable plantearse todo eso.
Pero hacerlo de manera tan bonita, es privilegio de poetas como tu.
Desperezar los sueños adormecidos en la almohada confidente de nuestros desvelos, dejemos que llegue el día despejando las oscuridades de los pensamientos.
Un abrazo poeta.
¡¡Tremendo ocaso!! gracias por compartirlo.
Un abrazo utópico, Irma.-
Los atardeceres tienen algo muy especial que inunda nuestros pensamientos, son bellos como tus palabras.
El ocaso siempre es inseguro, pareciera que todo se acaba, con el llega la oscuridad y el temor, pero el ocaso no es nada más que el comienzo del amanecer.
Precioso poema.
Un abrazo
los sentimientos contrapuestos que el ocaso despierta, es verdad, muy bien removidos, Mari Paz
saludos blogueros
Las palabras parecen un reflejo de la imagen. El ocaso.
Todas las noches amanecen, menos una. Pero esa última sí es para el descanso.
Me gustan los atardeceres, son muy bellos como tu poema.
Todos los días amanece que no es poco, además de bloguera reportera ahora poeta, un gran saludo desde el sur del sur....
Preciosos versos. Yo abogo porque no hay que tener miedo a nada, ni siquiera al ocaso.
¡Dichoso miedo!
Siempre coartando nuestra libertad.
biquiños,
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