21 de febrero de 2025

LOLA Y LUCAS

 


La perrita, Lola, intenta hacerse amiga del gato, Lucas.

Lola, hace tiempo que convive con su familia humana. Tiene unos bellos ojos que parecen hablarte cuando te miran. Es tranquila, cariñosa, coqueta, y se sabe amada.

Atrás quedaron los tristes días en que se vio abandonada en un canil de la Protectora a causa de las desavenencias familiares y la separación de aquella pareja que la tenía en su casa.

Su tristeza y desamparo la habían dañado en extremo, sin saber muy bien qué había ocurrido y por qué la habían dejado allí.

Pero un día, apareció un alma buena y ella se acercó suplicante pidiendo irse con ella.

Fue un flechazo entre ellas.

Y desde entonces vive feliz en una nueva familia que la adora.

Lucas, acaba de llegar a vivir a casa de Puri. 

Es un gato tímido, cauteloso, pacífico. 

A veces le sacan al jardín y no se atreve a salir del transportin 

Ha sufrido en la calle y tiene secuelas que le hacen sentir vulnerable. 

Pero deja que le acaricies lentamente, como si quisiera borrar con ello los malos ratos pasados.

Lola, es mimada desde ese encuentro que le cambió la vida, y aunque no vive con él, de vez en cuando se ven en la casa de, Lucas.

Lola, intenta acercarse a, Lucas, pero, él, temeroso la rechaza con su pata, impidiéndole se acerque demasiado.

No se fía. 

Ha sufrido demasiado.

Y, Lola, lo sabe, pues lo ha vivido en sus propias carnes.

En la aventura de la amistad y el amor hay que darse tiempo.

Conquistar poco a poco los corazones y, con mayor motivo, si han sido heridos por la vida.

El cariño es frágil. Como un rayito de luz, una gota de esperanza, una flor de Primavera.

Pero estoy segura que muy pronto, Lola y Lucas serán grandes amigos. Cuando , Lucas descubra de una vez por todas que va a ser amado para siempre, al igual que, Lola y se sienta seguro.

12 de febrero de 2025

MIMOSAS

 


Hace unos días, en mi paseo habitual, me encontré con la belleza de las mimosas. Así, sin esperarlo.

Sin esperarlo, porque me pareció un poco pronto. Todavía falta tiempo para la Primavera.

Suelo cada año visitar este pequeño arbolito, como en un ritual,  cuando me regala esta explosión de vida.

Pero el año pasado no pude disfrutar de ello. El arbolito parecía estar enfermo, seco, muerto.

Fue una decepción enorme, pues mi vida se alimenta de estos pequeños placeres que la naturaleza me regala y sentí mucha pena.

Últimamente tengo la sensación de que la vida, o el tiempo, discurre con enorme velocidad.

Apenas hemos terminado la época de Navidad y ya la Primavera se asoma por los rincones.

Encontrarme con las mimosas ha sido un regalo.

A veces, en lo más simple se esconde lo bello.

Personalmente, me gusta rescatarlo a través de mis fotografías, vídeos, o relatos.

Y aunque en estos días ha vuelto el mal tiempo y la lluvia se ha adueñado de las calles y plazas, las mimosas siguen ahí como preludio de la Primavera.



Como regalo para vosotros os dejo este vídeo que grabé junto con un abrazo.