22 de julio de 2009

Confiteria Ramos

La confitería Ramos, me trae recuerdos de la infancia. Prácticamente esta como entonces cuando tenia yo siete u ocho años.

Era la confitería, un lugar lleno de magia y colorido para la mirada de los niños que pegaban su naricita al cristal del escaparate soñando con alcanzar aquellos dulces de colores alegres y variados .

La "paga" que nos daban nuestros padres entonces, era mínima,  como mínima era la paga de los obreros en aquella época. En los años cincuenta y tantos la mayoría de la gente vivía con lo justo . Los niños nos conformábamos con lo que había y eramos felices como solo los niños saben ser felices .

Por eso, mi sueño secreto, estaba en conseguir algún día unas chocolatinas que vendían en aquel rincón donde siempre que pasaba cerca miraba extasiada un largo rato. Me parecía a mi que por mucho mirarlas, quizás con el deseo, se podría convertir como por arte de magia mi sueño en realidad.

Eran de la marca Nestle,y venían envueltas en papel rojo como en un cucurucho, una detrás de otra.  . Por más que hacia cálculos no me salían las cuentas. Nunca me alcanzaba mi dinero para poder comprar mi preciado tesoro.

Una tarde, acababa de llegar mi padre de trabajar, y yo estaba cerca de él en la sala . En un momento determinado sacó del bolsillo un motón de billetes y los dejó encima de la mesa . Acababa de cobrar la paga del mes y le decía a mi madre que lo recogiese. Extasiada, contemplaba el dinero, cuando mi padre, que tenia un humor fino, me sorprendió con mirada depredadora. Y de repente, en broma, me dijo: "Mari, coge uno de los verdes"

Ante su generosa invitación, nada más me quede sola, cogí con mis infantiles manos un billete de mil pesetas y lo guarde como si tal cosa. Debía ser muy pequeña y no tenía maldad alguna .Mi padre me había invitado a que lo cogiese y me pareció lo más normal .

En mi cabecíta infantil  empezaron a surgir planes de sueños inalcanzables. Podría al día siguiente, o aquella misma tarde sin tardar, ir a la confitería y hacer por fin mi sueño realidad.
Con aquel billete en mis manos me sentía la persona más rica del universo. Tendría para varias cosas. Quien sabe...a lo mejor podía incluso comprar todo lo que había en la confitería.

Apretuje el billete entre mis dedos y lo guardé en el bolsillo del vestido .

Al cabo de un buen rato, mi madre que había permanecido atareada preparando la cena, se acerco a la sala para recoger el dinero . Mientras lo cogía iba contando los billetes y cuál sería su sorpresa al comprobar mermada  su paga del mes teniendo que alimentar su numerosa prole.

Oí como le preguntaba a mi padre si le habían dado menos dinero ese mes por algo. En aquellos tiempos mil pesetas era casi una fortuna para una familia sencilla.También escuche a mi padre decirle que le habían dado lo de todos los meses, que se habría caído por allí o lo habría cogido alguien.
Me escabullí como pude para mi cuarto. Me empezaba a dar cuenta que mi valentía había ido un poco lejos. Quizá era demasiado dinero.

Mi madre que no tenía una carrera universitaria, pero si un doctorado en maternidad, nos explico a mis hermanos y a mí que si alguien lo había cogido lo tenia que devolver, que se necesitaba para comer todos. El que lo hubiera hecho podía dejarlo en su cuarto cuando nadie lo viera si le daba verguenza.

Mis sueños se vinieron abajo por aquello del bien común ...

Aquella misma noche, sin ser vista, deposite el billete de mil pesetas y con él la ilusión de comprar mis chocolatinas.

No duro mucho mi pena ni mi desencanto, tenia todo el amor de mis padres y con eso me bastaba .

A lo mejor, cuando fuera mayor, tendría más oportunidades...

Ni siquiera recuerdo cuando por fin pude comer mis queridas chocolatinas . Era tan solo un sueño infantil  como todos los sueños infantiles, que son más grandes en la imaginación que en la realidad .

Pero siempre que paso por delante de la confitería me gusta mirarla con ternura como se miran y recuerdan  las cosas bonitas de nuestro pasado
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22 comentarios:

José Luis López Recio dijo...

Me ha encantado. La historia de tu infancia que has contado me ha hecho recordar alguna historia similar. Cuentas las cosas con mucha ternura y eso es muy bonito.
Un abrazo.

Calvarian dijo...

jejeje. La confitería Ramos...que recuerdos...Cachis...con ese billete hubieses comprado el escaparate....jejeje
Besix

F. J. Zamora dijo...

Cuanto cariño en tus recuerdos.
Un beso con olor a hojaldre

mariajesusparadela dijo...

También en Ourense hubo una confitería Ramos, que ha desaparecido no hace mucho.
Y, tambiéb yo era forofa de las chocolatinas de nestlé, que, por cierto traían cromos dentro, para completar álbumes preciosos, el último de ellos sobre la Odisea y el primero, muy sencillo,ni siquiera tenía hojas, empezaba con un cromo que decía "el regalo que va directo al corazón" y encima un señor con una caja de bombones (nestlé,por supuesto), escondida a la espalda y una chica, muy sonriente, en disposición de dejarse sorprender...

Wonderboy dijo...

Fantásticos recuerdos. Y volver a ser niño... porque ellos sí que saben como ser felices.

¡Genial!

World Fantasy dijo...

QUE LINDO QUE LO COMPARTAS CON NOSOTROS,TE DEJO UN ABRAZO Y QUE TENGAS UN BUEN DIA
SALUDOS CHRISTIAN.

Tefi dijo...

¡Ay! Maripaz, que recuerdos tan tiernos, lo que se deben estar riendo desde allá arriba los dos, jejeje.
¿Se lo contastes alguna vez?
Cómo disfrutas!!... y cómo se disfruta con tus escritos.
Se nota que tuvistes una infancia muy feliz, después volvistes a ser feliz()un paréntesis en tu vida, y ahora sigues siendo feliz, con tus recuerdos, con tus mascotas, con tus amigos.
Un abrazo.

Alfonso Saborido dijo...

Ay Maripaz que texto más bonito, hoy me has inspirado, y el post que he escrito te lo dedico, porque tú has sido quien me ha dado la idea y quien me ha traído estos recuerdos a la cabeza. Muchas gracias. Alfonso.

Estela dijo...

LO primero darte las gracias por pasar por mi blog y quedarte conmigo y lo segundo se me ha echo la boca agua... aunque soy mayocita a nadie le amarga un dulce..lo has explicado con tanta ternura que yo tambien me he visto con la nariz pegada en ese cristal de la confiteria ramos... y ahora todavia me miro esos dulces tan buenos... pero si no nos cuidamos a esta edad los kilos se ponen y no se van...preciosa entrada
yo tambien me quedo contigo.

Un abrazo!!!

Ana dijo...

Preciosa historia...Vengo del blog de Alfonso atraída por el aroma del chocolate. Y me ha encantado...Volveré si no te importa...
Muchos besos.

Maripaz dijo...

Joselop44,me alégra que te haya gustado...todos tenemos nuestras pequeñas histórias infántiles que recordamos con emoción.
Un beso

Maripaz dijo...

Calvarian, seguro que tú, también has comprado dulces en ésta vieja confiteria.
Hásta cási, te imagino ...

Bexis

Maripaz dijo...

Zamora,sí es verdad, hay mucho cariño en mis recuerdos, siempre me sentí muy querida por mis padres y éso deja una huella.

Gracías por tu beso con olór a hojaldre ...uh, que rico...

Maripaz dijo...

Que divertido MªJesús, debe ser que ése apellido lleva en los génes el árte de los buenos reposteros

Un beso y me alegra que hayas recordado tu infáncia

Maripaz dijo...

Wonderboy,que alegría tenerte por aquí, después de tanto tiempo...

Bienvenido!!!

Maripaz dijo...

Christian, un placer poder compartir con vosotros mis recuerdos

Saludos

Maripaz dijo...

Esther, si que se lo conté a los pocos dias y estóy segura que mi padre, que me queria con locura,me comprária las chocolatinas, privándose él de algo . No lo recuerdo, exactamente.

Pienso que en la vída, se mezcla la felicidad con el dolor, siempre ...Con el páso de los años, solemos recordár solamente los buenos momentos
Uu abrazo ...ya me han contado que lo pasastéis muy bien en Ávila

Maripaz dijo...

Álfonso,gracias por dedicarme ese bonito post en tu blog...
Te lo agradezco de corazón ...GRACIAS!!

Maripaz dijo...

Estela, también yó, te agradezco tu visita...

Dejamé quedarme a tu lado con la naricilla pegada al escaparate...ah y gracias por quedarte

Maripaz dijo...

Ana, el olor del chocolate,és como el de la amistad...és un aroma que invita a compartir, que penetra en nuestro interíor ...

Estoy encantada con que hayas decidido volver a este rincón ...te estaré esperando
Un beso

Pipe dijo...

Precioso relato, como todos los que nos cuentas por aquí.
Yo también pegue mi nariz en ese escaparate, y no, tampoco me llegaba para lo que yo quería, así toco conformarse con otras golosinas.

ELOY GONZÁLEZ CORRO dijo...

Seguro que donde Florencio también te quedabas embobada. A mí me costó llegar a la escuela muchos días tarde. Me quedaba relamiéndome en el escaparate largo rato. Luego D. Domingo me acariciaba las manos con su varita mágica.