17 de agosto de 2011

TRADICIONES Y COSTUMBRES


Me gusta con la llegada del buen tiempo perderme por los barrios y lugares del pueblo por donde habitualmente no suelo acudir. Voy cámara en mano buscando rincones y personas nuevas a las que retratar. Es como tratar de descubrir nuevos horizontes, aunque en este caso no sean lejanos, al contrario, son próximos y cercanos.
Hace unas semanas me pasé la mañana saboreando desde una zona alta del pueblo las montañas que altivas y orgullosas nos rodean. Forman parte de nuestro habitual paisaje, desde siempre están como arropando los hogares de cada uno...ya estén cubiertas de nieve o no. Son como vigilantes siempre en guardia.
Esa misma mañana de repente descubrí un pequeño jardín delante de unas casitas bajas de un barrio muy popular. Las flores de vivos colores llamaron mi atención y me acerqué curiosa. Una anciana que descansaba plácidamente en la puerta de su casa, me saludó afectuosamente, y mantuvimos una sencilla conversación de esas en que el tiempo se para unos instantes y se saborea la vida . De estas personas mayores y sencillas, fluye una sabiduría popular única.
Terminé haciendo un precioso video del jardin.
 Dias mas tarde me invitaron a volver de nuevo por aquel lugar, y pasé una tarde maravillosa con una familia que acababa de conocer. Tambien pude hacer un video de su precioso jardin y subirlo a YouTube para dejar constancia de que ese lugar y sus gentes existen.
De vuelta ya anocheciendo, de repente, me encontré al doblar una esquina, con una señora conocida que es la de la foto ( lo siento, no recuerdo su nombre)  iba a llevar a la vecina la hornacina de madera con la Sagrada Familia. Le pedí permiso para hacerle una fotografia y accedió encantada.
Recuerdo cuando era pequeña, ver en casa esa misma imagen. Era una costumbre muy enraizada por entonces. Iba pasando de casa en casa de las personas que lo solicitaban, y presidia durante unas horas los hogares bendiciendo a cada uno de sus miembros. Después se metia por una ranura unas monedas como limosna para su mantenimiento. A mí de manera particular me encantaba meter las monedas que mi madre me daba para tal fin, después de haber rezado unas sencillas oraciones antes de llevarla a la casa vecina.
Son recuerdos de la niñez que el tiempo idealiza y que me gusta recordar.
Quiero dar las gracias a la señora que se ha brindado a posar para mi. Me ha contado que su hijo que vive fuera, la ve en mis fotos y le gusta .Ah, el próximo dia que vuelva por alli, le haré una visita, me ha invitado, el dia que le hice la fotografia, era un poco tarde.

11 comentarios:

José Antonio del Pozo dijo...

Pues has hecho, Mari Paz, una entrañable crónica con tu paseo: un paisaje, unas figuras, un recuerdo. ¿Qué más pedir?
Saludos blogueros

Elena dijo...

Hola Maripaz, ya de vuelta de mis vacaciones estoy encantada de volver a leerte.
Qué costumbres más curiosas, en mi pueblo también se pasan las vecinas a la Virgen en esa especie de "casita".

Un beso.

mariajesusparadela dijo...

Las capillitas parecen cosa de otros tiempo, pero ya veo que no es así.

Darío dijo...

Me gustan tus recuerdos, simplemente. Son muy cálidos.

Dilaida dijo...

Yo recuerdo que cuando yo era niña también existía una capillita en mi aldea que iba de casa en casa todas las semanas.
Bicos

San dijo...

Que recuerdos MariPaz, en el colegio donde estudié los fines de semana nos tocaba llevar esa caja con la imagen de la virgen a la casa y como a ti mi madre me daba una moneda que yo dejaba caer por la ranura, !madre mia u¡cuanto tiempo hace!
Pues aún se sigue manteniendo al menos por mi tierra, pero ya es cosa de as peersonas mayores. !La vida con sus cambios! Todo esto parece de película.
Un abrazo.

lurdes dijo...

Precioso jardín el del vídeo. También yo recuerdo cuando mi madre nos mandaba llevar la virgen a las vecinas después de estar un día en casa. Eran otros tiempos.Un beso

SOMMER dijo...

Eso es lo más bonito de los viajes: perderte entre la gente...
Besos amiga

Alfonso Saborido dijo...

Pues esa costumbre también se hace en Jerez. Sólo que aquí era una Virgen del Carmen la que iba de casa en casa :)

ARO dijo...

La hornacina es idéntica a la que hace muchísimos años se paseaba de casa en casa por las calles de mi pueblo.

Larisa dijo...

Esa sabiduría popular que nombras apenas existe en las grandes ciudades. Por ejemplo, en la capital del reino murió hace mucho, por no hablar de la capital de España. Ay.

Te hincharías a hacer fotos en las Termópilas. Lo que es por capillas y hornacinas, no vamos a llorar.

Mis amigos imaginarios y yo venimos a saludarte en la primera I Jornada Mundial del Orgullo Copy-Paste y a decir:

¡¡ Hermoso ¡¡


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(",)\

./♥\.¡¡Cariños ¡¡

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